Existe una sociedad norteamericana que se vanagloria de ser la salvadora de este planeta: ¡ Haz la guerra, vayamos a hostias !
Es por esto que recibe el nombre de mundo libre aquella parte del mundo que está en poder de ESTADOS UNIDOS. Y es que cuando se habla de países subdesarrollados nunca se dice por quién.
Es posible que ustedes no sepan que con lo que vale un tanque, por ejemplo, se pueden comprar tres coches deportivos, una mansión en Marbella y tres personas de servicio. Pero sin duda, los que sí lo saben son los que fabrican tanques.
Cuando un Estado manda en el mundo, la nación “ baranda “ se las ingenia para inventar cómo dar matarile a la gente de manera oficial. Por ley, vamos. La inventiva en ese sentido, no conoce límites. La cosa viene de lejos que sepamos, y Atila, por ejemplo, solía atravesar con un palo a los que no le caían bien. Más cerca, Francia adoptó la guillotina, que es una manera tajante de decir al personal que deje de pensar. España, hace muuuucho tiempo, tuvo también su momento de gloria, y se las ingenió con el garrote vil y con la sin par (marca de la casa) hoguera (gracias Javier Krahe). Muchos de los Estados en el mundo mantienen hoy mismo esta normativa de la pena de muerte. Vale lo de Francia, España y demás, pero una de las pruebas más contundentes de la maldad del hombre la tenemos en la silla eléctrica americana, al ser precisamente una silla el mueble más incómodo que existe.
Parece ser que esta crisis que sufrimos viene dada por los avaros capitalistas y sus basuras hipotecadas. De aquéllos polvos…Al final se cambiarán los enunciados de algunos teoremas y habrá que decir: todo empleado sumergido en un conflicto colectivo experimenta un empuje hacia arriba igual al número de empleados que desaloja.
Ya vemos a los más forrados rezando: “Bienaventurados los mansos porque ellos me permitirán vivir como en el cielo”.
Porque, a ver, un especulador del suelo, auténtico, es una persona que construye castillos en el aire…pero los vende. ¡ Qué arte, qué maestría !
Sí, amigos, por lo general, nos enseñan a ser hombres de provecho para la sociedad, pero nadie nos enseña cómo lograr que la sociedad sea de provecho para nosotros.Y llega un momento en que en lugar de decir: no sé dónde iremos a parar, creo que sería más real decir: no sé dónde nos van a mandar. Al final, saben, según está la sociedad, un imbécil es… un imbécil que no tiene dinero.
Que los españoles leemos poco…Claro, pensamos sin remedio que la mejor edición de bolsillo que se ha hecho jamás son los billetes de 500 euros.
Y puestos a pensar, hasta los animales lo hacen: Piensos, luego existo, dijo el caballo.
Y sin temor a equivocarnos: Errare humanum est ( errar es de humanos ) dijo el pato bajándose de la gallina.
En fin, al César lo que es del César y a Dios….adiós.
Querido maestro PERICH…